jueves, 1 de abril de 2010

La tradicion del recuerdo de la boda

La mayoría de las parejas entregan a sus invitados un obsequio como recuerdo del enlace ¿sabes por qué?
Este elemento, apareció en las bodas de personajes de gran significación social a principios del XIX. Estar invitado a una de estas bodas tenía tanta importancia, que sus asistentes mandaban enmarcar las invitaciones, ó lo que es peor, encargaban falsificaciones a las imprentas para lucir lo que no habían recibido.
La realeza primero, y la nobleza después, comenzaron a entregar placas conmemorativas, como testimonio de la asistencia a los enlaces de sus miembros. Y entonces la tradición dio la vuelta, y lo que antes era importante RECIBIR pasó a ser ENTREGAR. Es decir, aquellas parejas que deseaban magnificar su enlace, entregaban un recuerdo al final del mismo.
El ritual, se popularizó de tal manera, que su uso ha perdido el significado original para convertirse en un detalle estético casi imprescindible.
Como tal, su estilo ha cambiado enormemente con el paso de los años. Resultan ya muy obsoletos, aquellos ceniceros de brillante porcelana coloreada con el nombre de los novios. Por el contrario, se imponen, los regalos prácticos como abanicos, tarjeteros, pastilleros… Los sutiles como una pequeña rosa, una vela… Los consumibles como bombones o peladillas de almendra o chocolate serigrafiadas en azúcar con la fecha del enlace. Y por supuesto los originales como CD’s con la música que se ha escuchado en la ceremonia, o con las fotos de los novios con los invitados, o cámaras desechables para que todo el mundo pueda inmortalizar el momento más interesante o divertido. Además en las bodas donde haya abundancia de niños, podréis obsequiarles con una bolsa de “chuches” que seguro agradecerán.
Desde MundoBoda, nos permitimos un pequeño consejo. Pensad que hay personas que asisten en un año a una media docena de bodas o más. Poneros en su lugar, y evitad llenarles la casa de pequeños objetos que impidan limpiarla.